Créditos de fotografía: Hutomo Abrianto
La decoración hygge forma parte de la filosofía de vida danesa basada en encontrar la felicidad en las pequeñas cosas. Por lo tanto, los espacios ocupan un lugar muy importante dado que buscan crear entornos acogedores, cálidos y confortables para alcanzar este objetivo. ¡Hoy te cuento cómo incorporar este estilo en tu hogar para sentirte tan bien como los daneses!
Como ya te he contado en otras oportunidades, el hygge es una palabra danesa que no tiene traducción exacta y que se define como un estilo de vida que busca disfrutar de las experiencias; dejar la tecnología de lado por un rato, tanto cuando estamos sol@s como acompañad@s, regalarnos momentos de relax o revalorar lo vintage (por ejemplo, jugar en familia a juegos de mesa, mirar álbumes de fotos en un día frío, tomar un café rico mientras vemos cómo nieva desde nuestra ventana), entre muchas otras cosas. El objetivo es hallar la felicidad en las pequeñas cosas.
Vocabulario específico
Los daneses pronuncian tanto esta palabra en el día a día, que han creado un vocabulario en torno a ella, lo que denota la importancia que ocupa en sus vidas. Por ejemplo, hyggelig es el adjetivo de hygge. Una casa con un estilo hygge se definiría como una casa bien hyggelig.
Como dice Meik Wiking en su libro “Hygge, la felicidad en las pequeñas cosas”, el hygge es humilde, lento y elige justamente lo rústico ante lo nuevo, lo sencillo en lugar de lo elegante y, probablemente por eso, los daneses sean consideradas una de las personas más felices del mundo. Nos enseña a buscar una vida sencilla, tranquila, al igual que la naturaleza (de ahí la importancia de que esté presente en la decoración hygge).
Cabe aclarar que para los daneses, la casa es la sede del hygge dado que es donde suelen pasar mucho tiempo y desarrollar su vida social. De ahí, la importancia que le dan al ambiente que crean.
Me encanta cómo esta filosofía de vida se relaciona con el minimalismo, por eso hace poquito decidí elegirla como una de las temáticas del blog 🙂
Entonces, aquí van las 9 claves para una decoración hygge y feliz como la de los daneses:
Elegir tu rincón, más bien conocido como hyggekrog
Tener un lugar donde te guste acurrucarte, leer un libro, taparte o simplemente observar el afuera. ¡Este punto es súper importante en un hogar hygge! El mío está junto a mi biblioteca, donde tengo unas lucecitas de colores que me inspiran calidez y tranquilidad.
Tener velas, muchas velas
La mayoría de los daneses sostienen que lo que más asocian al hygge son las velas, por lo tanto no deberían faltar en tu hogar si querés alcanzar una atmósfera bien danesa.
La luz baja y la atmósfera de calidez que crean son perfectas para llevarnos a una vida más lenta y relajada. No es lo mismo tomar un baño con luces artificiales, que colocar velas y, claro, ¡una buena música de compañía!
Lo que no te aconsejo son las velas perfumadas ya que son artificiales y no son recomendadas para la salud. Además, éstas no coincidirían con la decoración hygge puesto que a los daneses les gustan los productos naturales, como veremos más adelante, así que mejor utilizar velas de este origen.
¡Colocalas en tu comedor, habitación y en el baño! Vas a notar cómo cambia la atmósfera del lugar. Solo recordá ventilar los ambientes luego de encenderlas dado que contienen hollín y podría hacer mal a la salud.
Objetos de madera
Como te contaba más arriba, este modo de vivir danés busca lo simple y bello, como la naturaleza, por lo que va a buscar incorporar todo lo que nos remonte a ella, y los objetos de madera entran en esta categoría. Pisos, repisas, bibliotecas, la leña quemándose en la chimenea… todo ello no solo nos remontará visualmente a nuestra Madre Tierra, sino que también dotará nuestro ambiente de un olor cálido y natural.
Naturaleza: verde, ¡mucho verde!
En relación al punto anterior, las plantas también nos conectan con la Pachamama, con la sencillez y el bienestar, de modo que en una decoración hygge, no pueden faltar ramitas, piñas, nueces, flores y plantas. Por eso, los daneses utilizan mantas o alfombras de animales, como por ejemplo de reno, pero quiero aclarar que no aconsejo hacerlo (por si lo leen en algún lugar). Por el contrario, va totalmente en contra de mis principios; creo que no precisamos matar animales para decorar nuestras casas.
Busquemos la calidez y armonía, respetando también la armonía de los otros, como son los animales. ¡Llevemos un poquito de la naturaleza a nuestro hogar hygge, claro! Pero siempre respetándola.
Chimenea: si contás con la suerte de tener una, tu casa está camino al hygge
Quienes tienen este bello ornamento en sus hogares, gozan de una gran fortuna. Las chimeneas nos conectan con la naturaleza ya que nos permiten escuchar las chispitas del fuego mientras olemos la leña y tomamos un rico vino. Mucho mejor aún si estás con tu pareja o junto a un grupo de amigos. Así que si tenés una chimenea, dale click a este paso para una decoración hygge.
Colores cálidos
Una casa no podría ser cálida y acogedora si estuviera pintada con paredes negras o si tuviera objetos muy oscuros. La decoración hygge se basa más en paredes, sábanas y cortinas blancas con muebles en beige o color madera.
Poner en valor el vintage
Como el hygge apela a los sentimientos y a la historia, en contraposición a lo superfluo y efímero, decorar una casa con objetos antiguos harán que tu hogar sea bien hyggelig. Meik Wiking, en su libro “Hygge, la felicidad en las pequeñas cosas”, lo explica muy claramente: (en relación a un mueble de su casa) “Cuando lo miro, recuerdo aquella tarde de hace diez años cuando los tallamos a partir de una rama de un nogal centenario. Eso es hygge”.
Así que, dale play a tu visita a mercados de pulga o ferias de antigüedades. No solo te permitirán armar una decoración hygge, sino que además contibuirás al medioambiente reutilizando productos ya existentes, en lugar de seguir favoreciendo la bola de consumo.
Disponer de una biblioteca
Como te contaba antes, el hygge tiene que ver con un momento de relax; es regalarse un espacio para reconectarte con vos mismo o hacer algo que disfrutes, ¿y qué más lindo que sentarte en silencio a leer un libro junto a una taza de café?
Casualmente, mi hyggekrog (mi rincón hygge), está al lado de la biblioteca, donde también suelo hacer mis prácticas de yoga o meditaciones.
Mantas, almohadones, alfombras
Una cómoda alfombra para recostarte en el suelo, una manta para taparte mientras mirás tu peli favorita recostad@ en el sillón o una buena almohada donde descansar después de un duro día de trabajo, son perfectas para que tu casa tenga un estilo bien hygge.
Es cierto que este modo de vivir danés está más asociado a estaciones de frío, como el otoño o el invierno, momentos en los cuales más disfrutamos de utilizar mantas o de colocarnos junto al fuego, pero eso no quiere decir que el hygge desaparezca en verano. ¡Claro que no! Es válido para todo el año.
Si querés tener ideas sobre el hygge en verano, podés leer este artículo 🙂
¡Espero que estos pasos te sirvan para que tu casa sea tan amigable y acogedora como los nativos del hygge!
No te olvides de contarme qué tal te resultó el artículo o si querés saber algún tema en particular sobre el hygge.
¡Un abrazo!